DestacadasDestacadosÚltimas Noticias

Solo el 20% de las mujeres llegan a la categoría superior del CONICET

Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, en el mes de marzo desde Innovar Sustentabilidad llevaremos adelante cuatro notas acerca de mujeres en distintas profesiones. Con el fin de promover la equidad de género y conocer los testimonios de las protagonistas. 

Las mujeres han contribuido notablemente en la ciencia desde sus inicios. Los años pasan pero las diferencias de género en la ciencia siguen existiendo, la mujer busca tomar mayor protagonismo. Desde Innovar nos comunicamos con tres investigadoras del CONICET para charlar acerca de su profesión, el lugar que ocupa la mujer y las transformaciones del último tiempo.  

Las entrevistadas se desarrollan en distintas áreas de la ciencia. Luciana Pietranera, es investigadora adjunta del CONICET y trabaja en el Instituto de Biología y Medicina experimental. Florencia Labombarda, es neurobióloga y estudia el traumatismo en el sistema nervioso, específicamente lesiones de médula espinal y heridas traumáticas de cerebro. María Belén Almejun, es Bióloga Molecular Inmunóloga, se desarrolla en el campo de ciencias médicas y trabaja estudiando nuevas mutaciones que originan Inmunodeficiencias en pacientes pediátricos.

I.S- ¿Cuáles son las oportunidades que se le abre a la mujer en la ciencia?

L.P- Para mi la mayor oportunidad, la gratificación que da desarrollarse en ciencia, es aportar desde el conocimiento que la universidad nos dio, desde el conocimiento que tenemos cada uno de nosotros, a resolver los problemas que surgen en la sociedad, y en particular los problemas del país. Principalmente en mi área, que es el área de ciencias médicas que son cuestiones que tienen que ver con la salud humana.

F.L: Si vamos hablar de oportunidades creo que hay que mencionar que no tenemos las mismas oportunidades que los hombres. Está probado en varias publicaciones en revistas científicas muy prestigiosas que a paridad de curriculum, las mujeres somos evaluadas con más exigencia y a los hombres se les dan más oportunidades. Esto genera lo que se llama techo de cristal, que es un techo invisible que se nos pone en la cabeza y el cual es muy difícil romper. En total hay un 55 % de mujeres  pero la mayoría están distribuidas en las tres primeras categorías y solo el 20 % llega a la categoría de superior.

B.A- Las mujeres lamentablemente no tenemos las mismas oportunidades que los hombres. Si bien el sistema se ofrece como equitativo en cuanto al género, basta ver los números para entender que no es así.  En el escalafón más alto de CONICET sólo 1/4 son mujeres y además sucede que nos postulamos mucho menos porque yo creo que ya nos estereotipamos nosotras mismas. Ni hablar de los puestos de liderazgo dónde 9 de cada 10 son varones en los puestos de autoridades tanto en los organismos de CyT como en las universidades. En el CONICET en particular hoy hay 2 mujeres de un total de 8 autoridades del directorio. Esto hace que nosotras tengamos menos ejemplos a seguir en cuanto al modelo de liderazgo. También es real que cuesta entrar en esos círculos siendo mujer cuando los códigos y formas de trato son mayormente masculinos. 

I.S- ¿Es equitativa la remuneración en cuanto al género?

L.P, F.L y B.A:  En cuanto a la remuneración en diferencia de género, al mismo cargo no hay diferencia de remuneración porque todos cobran lo mismo según la categoría que pertenecen.  En el caso de tener el plus por presentismo al ser generalmente la mujer la que se queda a realizar tareas de  cuidado, termina cobrando menos que un hombre.  Muchas veces las tareas que cumplimos están por encima de lo que marca nuestro escalafón científico, es decir que a igual tarea cobramos menos.

I.S- ¿Cuáles fueron los cambios en estos últimos tiempos en donde la mujer pudo revalorizarse socialmente, culturalmente y científicamente?

F.L- Con respecto al CONICET se tomaron medidas para equiparar las oportunidades. Por ejemplo: 1- se les extendió la beca por tres meses a las becarias embarazadas. 2- a las investigadoras en el año de embarazo se les exime del informe anual obligatorio. 3- se formó el observatorio de género y violencia laboral donde las mujeres podemos hacer denuncias.  4-Es obligatorio para todo el personal hacer el curso en formación de género que incluye la Ley Micaela. 5- la institución no apoya reuniones científicas donde no haya paridad de género en los oradores. 6- Creo que hay que destacar también que hoy la presidenta del CONICET es una mujer. Las cosas van cambiando, de a poco pero cambian. 

 I.S- ¿Qué le dirías a las mujeres que quieren dedicarse a esto?

L.P- Es una carrera maravillosa, muy gratificante en muchos aspectos, que tiene que ver con el aporte que uno puede dar a la resolución de problemas, al desarrollo de la sociedad. Por otro lado, tiene sus cuestiones difíciles, los salarios son bajos, particularmente en un país donde la inversión en ciencia es baja. Pero igual así, es una carrera que gratifica mucho cuando uno puede hacer cosas que sirvan para el desarrollo del país y para que la gente esté mejor. 

F.L- La ciencia es algo hermoso y si quieren hacer ciencia yo les diría que se lancen. Pero tienen que tomar conciencia que se meten en un ambiente donde por el hecho de ser mujeres les va a ser más difícil avanzar. Hay que decir las cosas como son. Lamentablemente quizás en este sentido, la ciencia no es diferente a otros ámbitos laborales porque después de todos los científicos son parte de la sociedad en la que viven y los estereotipos de género se filtran. 

B.A- A las mujeres que quieren dedicarse a esto les diría que lo hagan sin dudarlo, que juntas vamos a cambiar las cosas que aún son injustas. Creo que cada vez las condiciones van a ir mejorando, ya que la visibilización y discusión actual de los roles preestablecidos o estereotipos es muy importante. Seguramente los debates actuales se reflejarán en más oportunidades, y tenemos que estar preparadas para afrontarlas.


Por Rocío Morabito.



Deja una respuesta