Colo-Colo, uno de los clubes más populares de Chile, decidió dar un paso adelante y demostrar que el deporte profesional también puede convertirse en un motor de conciencia ambiental.
A través de Conexión Puma, un programa desarrollado junto a la Fundación Basura e ISA Interchile, el club unió educación, reciclaje y hábitos responsables con la pasión futbolera. Durante el primer semestre de 2025, los números hablan por sí solos:
• 2.135 libros didácticos entregados y 2.180 personas beneficiadas en escuelas y comunidades.
•1.107 kilos de materiales reciclables recuperados en 11 partidos oficiales en el Estadio Monumental.
•La obra infantil “Juguemos el partido del planeta” transmitió hábitos regenerativos a niñas y niños de manera lúdica, fortaleciendo el sentido de pertenencia.
•Instalación de Puntos Verdes y reemplazo de plásticos de un solo uso, posicionando la cancha como un modelo de gestión ambiental.
Un cambio que el fútbol mundial empieza a exigir
El impacto del deporte en la sostenibilidad no es menor. Según la ONU, los eventos deportivos masivos pueden generar hasta 750 gramos de residuos por espectador en un solo partido, una cifra que, multiplicada por miles de asistentes, tiene consecuencias ambientales enormes. Iniciativas como la de Colo-Colo buscan reducir esa huella y transformar la pasión en acción concreta.
Además, la industria del deporte representa cerca del 1% del PBI mundial y tiene un alcance social y mediático que lo convierte en un espacio estratégico para educar sobre el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Inspirar dentro y fuera de la cancha
Lo que Colo-Colo está demostrando es que los clubes profesionales no solo forman jugadores, sino también ciudadanos conscientes. Desde la infancia hasta la hinchada adulta, cada acción verde se convierte en un mensaje potente: el futuro del planeta también depende de cómo jugamos este partido.
Conexión Puma es un modelo replicable que combina infraestructura, educación y espectáculo deportivo. Una muestra clara de que, en tiempos donde la sostenibilidad es ineludible, el fútbol puede y debe ser protagonista.