Moda circular: una práctica sustentable que llegó para quedarse

Por Eleonora Rischmüller 

Hay prácticas que llegan y se instalan, y la moda circular parece ser una de  ellas. Lo que muchas veces puede haberse realizado por una necesidad  económica, hoy se convirtió en un hábito que no solo permite el ahorro sino  también configura una práctica sustentable que cuida al planeta y sus recursos. 

La moda circular busca concientizar sobre los desechos que genera el mundo  textil y tiene como objetivo reciclar y reutilizar la ropa, zapatos y accesorios. Así  la comercialización de estos productos implica su reinserción en el mercado  con el objetivo de que sean reutilizados durante el mayor tiempo posible y no  convertirse en residuo, aprovechando al máximo el potencial del producto. 

El concepto se sustenta en la economía circular, que propone ser responsables  de los bienes de consumo desde su concepción y producción hasta el  momento de reutilizar, reducir, reciclar o compostar. 

En relación a la economía, está claro que los números colaboran con la  tendencia, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos la  categoría Prendas de vestir y calzado aumentó 2,3% en Enero, 3,9% en  Febrero y 9,4% en Marzo, marcando un acumulado de 15,6%. 

Con respecto a la sustentabilidad, según datos aportados por la Organización  de las Naciones Unidas (ONU), la industria textil es la segunda más  contaminante del mundo después de la petrolera, produce el 20% de las aguas  residuales y el 10% de las emisiones de carbono en el mundo, esto es más que todos los vuelos internacionales y los barcos de carga combinados. 

Además, para producir un kilo de algodón se necesitan miles de litros de agua,  y los otros tipos de material que se utilizan usualmente, tales como el poliéster,  el nailon o el acrílico, vierten hasta medio millón de micro plásticos anualmente  en los ríos que terminan en los océanos afectando los ecosistemas marinos. 

Asimismo, hasta el 85% de los textiles son desechados en vertederos, o  incinerados, causando aún más contaminación. Por eso la moda circular busca  eliminar el concepto de residuo reparando en la responsabilidad, la trazabilidad  y el ciclo de vida útil de un producto. 

En la práctica, son muchos los lugares que ofrecen productos de “segunda  mano”. Bunker Buenos Aires es uno de ellos y comenzó a funcionar hace 7  años. Su crecimiento fue exponencial. Iara Weich es una de las responsables  del lugar: “Uno de los motivos por el que comenzamos es por el daño al medio  ambiente que hace la producción masiva de ropa y otro de los motivos, que no  es menor, es el bolsillo, porque es muy difícil acceder a ciertas marcas o a  cierta ropa, entonces son dos factores que influyen mucho a la hora de elegir  un lugar en donde comprar ropa, por eso está creciendo mucho la moda  sustentable”. 

En cuanto al prejuicio que puede tenerse en relación a acceder a ropa que ya  fue utilizada, Iara cuenta: “El prejuicio es mucho más chico ahora que cuando 

empezamos. Hay gente que estoy segura que en su vida se había imaginado  que iba a adquirir ropa usada y hoy es su primera elección. Es un prejuicio que  antes estaba muy instalado” y continuó: “Antes el que compraba era el que no  podía acceder económicamente a cierta ropa y hoy no tiene que ver  directamente con eso, sino que se convirtió en una elección de vida”. 

En relación al criterio de selección a la hora de incorporar ropa y accesorios,  Weich relata: “la marca no es una condición, obviamente cotiza más la ropa de  marca, pero lo más importante es la condición, nos fijamos que eso que  compramos esté como nuevo para quien lo compre, ese es nuestro concepto y  también nos especializamos en lo que es la ropa de moda actual, que se usa  todos los días. Nos enfocamos además en la temporada en curso, podemos  comprar alguna cosita que sea contra temporada pero no cotiza lo mismo”. 

Al igual que un shopping, o cualquier comercio a la calle, Bunker Buenos Aires  tiene su local en Palermo, ofrecen cuotas y promociones y ostentan una página  web con envíos a todo el país. 

Sin duda, la moda circular llegó para quedarse, y quienes incursionan en la  tendencia, lo incorporan como un hábito amigable, que mejora el planeta y el  entorno todo.

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